OPINIÓN
06.10.2014. No estamos contra las nuevas tecnologías porque ayudan. Los trámites se facilitan. Lo que cuestionamos es que la máquina les quita a las familias la posibilidad de elegir qué tipo de orientación quieren. Que un médico mande los estudios online está perfecto, pero vos elegís a qué medico ir. Mucho más complicado es elegir la educación de tu hijo.
Ninguna modificación de software les restituye a las familias la facultad de decisión. Uno pone opciones y la máquina elige en base, teóricamente, a la normativa vigente. Pero esas opciones no contemplan la posibilidad de ir, hablar, conocer. ¿Y si querés mandar a tu hijo a la escuela donde fue tu padre, que quizás es lejos de tu casa? La máquina no te deja incluir ese dato. Esa posibilidad existe si lo mandás a una privada, pero no en la estatal. Esa soberanía familiar se pierde.
Y el tema de fondo es que no hay vacantes. Achican el presupuesto y los pibes no entran. Entonces esta inscripción es un obstáculo y es funcional a la reducción del presupuesto educativo.