04.04.2015. En el Distrito Escolar 21, que abarca a tres barrios del Sur, todavía hay chicos en lista de espera. En la zona, en los últimos 30 años apenas se construyeron dos escuelas. En la jornada de hoy UTE/CTERA pedirá por nuevos edificios.
Diego Igal
El 21 es el último de los distritos escolares en los que está dividida la Ciudad de Buenos Aires. Abarca los barrios de Villa Lugano, Villa Riachuelo, parte de Villa Soldati y el lugar desde donde Mauricio Macri lanzó la campaña que lo ungiría jefe de gobierno, en aquella recordada puesta en escena que lo mostraba parado delante de un basural junto a una niña de esa zona, una de las más postergadas hoy y en aquel 2007. Y una región donde históricamente decenas de chicos y chicas no pueden ir a la escuela pública porque no tienen lugar. Ahora serían unos 50 si se mira la lista de espera oficial o entre 150 y 200 al cálculo extraoficial. Cada madrugada, desde las seis, un grupo de padres y madres se apiña en el edificio de la supervisión en Chilavert y Lisandro de la Torre para buscar una solución pero encuentra la burocracia que a veces es uno de los 150 turnos y otras el uniforme y los palos de la Gendarmería Nacional.
El propio Carlos Regazzoni, subsecretario de Educación del Ministerio de Educación que conduce Esteban Bullrich admitió que «la tasa de crecimiento poblacional en el período 2002-2010 fue mucho mayor en la comuna 8 (DE 21) que a nivel ciudad. Creció tres veces más rápido que el promedio».
Pero en los últimos 30 años la cantidad de escuelas construidas en el distrito fue de dos. Y no sólo se carece de vacantes para la primaria. En el nivel inicial la situación es peor y la falta de lugares se cuentan por miles, pese a que hace cuatro años, a instancias de un recurso judicial de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) que fue avalado en primera y segunda instancia, Bullrich y la entonces ministro de Desarrollo Social María Eugenia Vidal reconocieron la gravedad del panorama y se comprometieron a realizar obras que paliaran el déficit. Los funcionarios firmaron un acuerdo ante la justicia de construcción de escuelas y otras medidas que cuatro años después se había cumplido entre un 60 y un 70%, según el seguimiento de ACIJ, desde donde también recordaron que la falta de vacantes varía de los 4200 a los 9000.
Hoy a las 10:30 en Madariaga 6341, la multisectorial por más escuelas en Lugano y miembros de UTE-CTERA pintarán un mural en el frente de un edificio abandonado que ocupaba un colegio privado que podría reabrir para construir aulas, aunque también aseguran que hay terrenos abandonados para hacerlo.
En la comunidad educativa del sector responsabilizan al sistema de inscripción online que quitó a las familias la autonomía para elegir la escuela deseada, además de luchar contra una página web despersonalizada que muchas veces no estaba disponible. Pero al margen del sistema hay una cuestión física. Si bien no hay cifras actualizadas disponibles, a fines de 2014 se preveía que sólo para primer grado habría para este año una diferencia aproximada de 200 niños, entre las vacantes solicitadas y las existentes, es decir, al menos ocho primeros grados nuevos. A esto se le agregarían los pedidos de vacantes pendientes de 2014 y los alumnos desplazados de otros distritos menos poblados que fueron llevados en micros y en transporte público durante ese año.
Los primeros datos relacionados con la falta de vacantes en el DE 21 según ACIJ datan de 2007, cuando fueron reubicados 90 chicos y al año siguiente, 193, con una tendencia en alza desde entonces.
En las afueras del edificio de la supervisión se comentaban casos de niños cuyos padres no pueden llevarlos a una escuela lejos por cuestiones laborales o porque los hermanos y hermanos van a otra en distritos vecinos y son anotados en lista de espera mientras se quedan en la casa. La atención en el edificio de la supervisión implica para padres y madres perder un día de trabajo, que los otros hijos falten a la escuela y el desorden familiar a la hora del almuerzo, además de sufrir las inclemencias climáticas y la falta de asientos, cuando no la suspensión por caída de sistema. Hace unas semanas, el tedio derivó en enojo y la tensión generó que se llamara a la Gendarmería para que la cuestión no derivara en incidentes.
El 19 de marzo último, el ministro Bullrich escribió en Twitter –su pla taforma preferida para comunicar– que «coming soon» –tal la expresión que usó– habría un nuevo jardín en Lugano «que disfrutarán más de 100 chicos de la zona», y agregó: «más de la mitad de las escuelas construidas por @mauriciomacri son jardines de infantes. Y estamos construyendo seis más. Así pudimos cubrir a todos los chicos de cuatro y cindo años, y a nueve de cada diez chicos de tres años. Entre otras ventajas, la inscripción online permitió mapear la demanda de vacantes, y orientar mejor los recursos. En Argentina hay 650 mil chicos de tres, cuatro y cinco años que NO asisten a la escuela. Desde el 10 de diciembre, trabajaremos para revertir eso.»
No aclaró qué ocurrirá hasta entonces. «
Grados con más de 30 alumnos
El distrito escolar 21 no es el único con problemas de vacantes: en el 19, que abarca los barrios de Pompeya y Villa Soldati, se calcula que hay cerca de 300 niños y niñas fuera de las escuelas, por falta de aulas. Además, en la comunidad educativa aseguran que cada grado tiene más de 30 alumnos y alumnas por aula, lo que atenta contra las condiciones de enseñar y aprender.
La defensoría del pueblo recibió 200 reclamos
El defensor del Pueblo porteño Alejandro Amor tiene a consideración un informe del área de Educación que lidera Gustavo Lesbegueris para dirigir una recomendación al ministro de Educación Esteban Bullrich.
En el organismo recibieron cerca de 200 reclamos por problemas de asignación de vacantes y aún el miércoles pasado continuaban con la apertura de nuevos trámites.
La resolución insistiría en la necesidad de implementar un plan de construcción de edificios escolares en la zona sur para garantizar el acceso a la educación de niños y niñas, principalmente para nivel inicial que, iniciado el ciclo lectivo, continúan en las llamadas «listas de espera».
Según datos oficiales de la Dirección de Nivel Inicial, el pasado ciclo lectivo registraron en «lista de espera» para escuelas infantiles, jardines maternales y jardines de infantes 5632 niños/as (392 para salas de Lactario, 2003 para Deambuladores, 2268 para Salas de 2 años, 930 para 3 años y 39 para cuatro años).
«En nuestra opinión –anticipó Gustavo Lesbegueris a Tiempo–, si bien se subsanaron errores detectados en el sistema ‘en línea’ luego de la fallida experiencia del año pasado y se habilitó la participación de supervisores/as escolares y directores/as de escuela que habían sido excluidos del nuevo dispositivo y este año tuvieron mayor injerencia, el problema de fondo no tiene que ver con el método de inscripción sino con la insuficiente cantidad de espacios educativos disponibles, sobre todo en la zona sur de la jurisdicción.»
Pedido – En la Legislatura
Los legisladores porteños Lorena Pokoik García y José Cruz Campagnoli, entre otros, presentaron un pedido de informes sobre el sistema de inscripción online, cantidad de vacantes ofertadas y asignadas, y cambios en el software utilizado.