A mitad de año, alumnos de escuelas públicas no tienen aún sus manuales

lanacionlogo-lanacin

La Nación – Nota – Buenos Aires – Pag. 24 / 08.06.2016. La entrega está a cargo del gobierno porteño; por la demora, hay quejas de padres y docentes; el Ministerio de Educación prometió una solución 

Marina Mon

Las clases empezaron el 29 de febrero en la ciudad para más de 145.000 alumnos de escuelas primarias públicas pero, ya transcurrida la primera semana de junio, algunos establecimientos aún no recibieron los manuales de estudio necesarios para que los chicos puedan realizar sus actividades. La situación fue denunciada por docentes y padres, que hacen malabares para que los chicos aprendan sin un insumo imprescindible. A raíz del malestar generalizado, el Ministerio de Educación porteño informó ayer que habitualmente el reparto se concreta a principios de mayo, aunque este año se demoró hasta fines de ese mes. Según los datos oficiales, el 80% de las escuelas ya recibió los manuales y, en lo que resta de esta semana, se completará el circuito. «Tradicionalmente, desde la tercera semana de febrero y durante un mes, los docentes seleccionan el material entre la oferta editorial. El trabajo es arduo porque cada uno debe elegir según su planificación individual y la sección de cada escuela. Luego los pedidos se consolidan, van a las cámaras editoriales y sólo después se produce el envío», explicó Luis Bullrich, jefe de Gabinete de la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña. «La idea es que haya igualdad de oportunidades para todos. Hay que tener en cuenta que se reparten 317.000 libros en total, lo que implica una inversión anual de 40 millones de pesos. La Ciudad, junto con Salta y Mendoza, son los únicos tres distritos del país que entregan este material de manera totalmente gratuita», agregó el funcionario. Hasta que llegan los manuales, los maestros deben recurrir a fotocopias de ediciones anteriores, libros remanentes y una gran cuota de creatividad para poder cumplir con los objetivos que establecen los programas de estudio. Matías Zalduendo es docente de segundo grado en el turno mañana del Instituto Mariano Acosta, en el barrio de Balvanera. Allí, ninguno de los 14 cursos recibió aún un solo libro de los prometidos, pese a los reiterados reclamos a las autoridades. «El primer mes nos dedicamos a reforzar contenidos del año anterior, pero ya en abril el uso del manual se vuelve fundamental. No se trata de un capricho, sino de una herramienta de trabajo fundamental para poder trabajar los contenidos esenciales», explicó a LA NACION. Como respuesta a los pedidos elevados por el establecimiento, obtuvieron siempre la misma respuesta: «Ya van a llegar», sin brindar precisiones sobre plazos. Mientras tanto, el material que debe suplir la falta de manuales es provisto por los docentes, pagado de su propio bolsillo. Karina es jefa de preceptores en el Liceo N° 10 Ricardo Rojas, en Balvanera, y confirmó que aún no llegó el material solicitado en aquella escuela. «Al día de hoy, martes 7, no recibimos ni un solo manual», denunció. Tras una larga espera, escuelas de otros barrios comenzaron a recibir los tan codiciados insumos. Martín Pérez asiste a la escuela N° 16, en Palermo, y hoy fue un día de fiesta allí: llegaron los manuales. «Ya era hora, tanto maestros como algunos padres habíamos hecho el reclamo ante el ministerio varias veces», expresó Inés, madre de Martín. Matices Similar situación se vivió en el Instituto Vicealmirante Vicente Montes, en el barrio de Núñez, donde los alumnos recibieron la semana pasada los manuales para todos sus cursos. Ana Acuña es madre de Paloma y Jeremías y reconoció que, este año, los libros llegaron mucho más tarde de lo habitual. «Algunos padres prefirieron comprarlos para que sus chicos no se atrasaran, pero igualmente la mayoría no los tenía. Los maestros tuvieron que hacer malabares mientras tanto», relató Ana. En otros establecimientos, recibieron los manuales relativamente en tiempo y forma, aunque no en la cantidad solicitada. Mariana Rodríguez es maestra de grado en dos escuelas de la zona sur y tiene dos cursos a su cargo, con 28 y 33 alumnos, respectivamente. Sin embargo, recibió sólo 25 ejemplares para cada grado. Compartir material resultó la única opción. Similar situación se vivió en escuelas de toda la Capital. «Ya cerró el primer bimestre y la situación es grave. Años anteriores para abril ya los maestros podían hacer uso de los manuales. Lo de este año es inaudito», protestó Eduardo López, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE). Tanto la UTE como otros gremios del sector criticaron el atraso en la entrega de manuales, como también los problemas con los boletines mal impresos. «Hicimos el reclamo a la ministra Acuña en una mesa de negociación laboral, pero sólo ahora están empezando a llegar a las aulas los manuales», agregó López. Y anticipó que el sindicato tiene pensado hacer un «boletinazo» y un «manualazo» la semana próxima junto a padres, frente a la Jefatura de Gobierno porteña. «Estamos casi sobre las vacaciones y sin material de trabajo», concluyó. Los números que expresan el problema 317.000 Manuales Son los que reparte el Estado porteño para alumnos de escuelas primarias públicas $ 40 Millones Es la inversión del Ministerio de Educación porteño en los manuales 80% Regularizado Según datos oficiales, en las últimas semanas ese porcentaje de escuelas ya recibieron los manuales. Segúnlos gremios docentes,la proporción es mucho menor 145.214 Alumnos Es el total de chicos y chicas que cursan en escuelas públicas dependientes del gobierno de la ciudad Los boletines, otro foco de conflicto En las escuelas porteñas también hubo problemas con la recepción de los boletines que imprime y reparte el Ministerio de Educación. Según información oficial, unos 100.000 ejemplares tuvieron errores, ya que se confeccionaron boletines destinados a educación especial en lugar de los habitualmente utilizados para escuelas comunes. Voceros del ministerio señalaron que el faltante quedará solucionado durante los próximos días y que los boletines para educación especial impresos de más serán guardados para otro ciclo lectivo. Mientras tanto, los docentes decidieron recurrir a soportes informales para comunicar a los padres las notas recibidas por los alumnos en distintas materias y otras observaciones relacionadas con el desempeño escolar, como la conducta. Muchos padres, alarmados por la precariedad de las notificaciones recibidas en simples tiritas de papel o en boletines fotocopiados, mostraron su indignación y reclamaron soluciones.