A pocos días que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta anunciara una reforma educativa en la Ciudad de Buenos Aires, utilizada más como campaña electoral que como una preocupación real, los problemas de infraestructura que sufren las escuelas de la ciudad como consecuencia de la política de ajuste que el propio gobierno lleva adelante desde hace años toman más relevancia y dejan en evidencia los verdaderos intereses que Larreta y Acuña tienen para la educación pública. “pasaron cosas”.
En la escuela primaria 4 DE 14, ubicada en la calle 14 de Julio 546, se cayó parte del techo de 4º grado en plena clase por una obra de hace 2 años que fue mal realizada. La mampostería golpeó a una docente en lo que pudo ser una desgracia mayor. A raíz de esto la docente debió ser atendida por la ART y lxs niñxs reubicados en diferentes aulas.
En la escuela 15 DE 14, de Juan Agustín García 1511, el lunes 20 de mayo debieron realizar una evacuación con presencia de bomberos y policía por el fuerte olor a quemado. Este fue el segundo episodio relacionado con los problemas eléctricos en una semana y dejó daños en parte del mobiliario de la institución, un rack de wi-fi quemado, cables derretidos de una fase de luz, 5 computadoras, un escáner, un televisor y algunos ventiladores quemados fue el saldo de la falta de inversión que sufre la escuela. Además se suma el hecho de que en 2018 se realizó una obra en la biblioteca por filtraciones donde terminó cayendo parte del techo. El parche realizado en el salón de plástica tampoco trajo soluciones, filtra agua al llover y continúa con humedad. Por si fuera poco los días de fuerte lluvia se inunda el patio y sale agua por las rejillas del mismo.
En la escuela 13 DE 14, ubicada en Almirante Seguí 2580, se hizo una obra en 2010 sobre todos los techos. La escuela aún continúa con filtraciones, humedad de cimientos, falta de pluviales, filtraciones en las ventanas por el mal estado de la carpintería y la semana pasada cayó un pedazo de techo en la vicedirección. Lo paradójico de la situación es que un mal arreglo realizado años atrás no trajo ninguna solución y tuvieron que volver a llamar a licitación en 2017 para iniciar una nueva obra sobre el “arreglo que fue realizado”. ¿Quién ganó la licitación? La misma empresa que con anterioridad no dio solución a la problemática y que aún no inicio las obras en lo que va de 2019, siendo las filtraciones cada vez mayores alcanzando a casi todas las aulas.
Esto es una muestra clara de lo que sucede cuando no se invierte en educación y se reduce el presupuesto educativo que lleva una caída mayor al 10 por ciento en lo que va de la gestión PRO desde el año 2007.
Desde la UTE exigimos y acompañamos a la comunidad educativa en sus reclamos para lograr soluciones de fondo e inversión real que garantice el normal funcionamiento de las escuelas.
Basta de maquillaje.
No a la demagogia electoral de cambiemos.
Escuelas seguras para todos.