En mayo de 1969, durante el Gobierno de Onganía, comenzó a evidenciarse una crisis con estallidos en distintos puntos del país, como Corrientes y Rosario. En Córdoba, donde existía una estrecha relación entre estudiantes y obreros, al descontento general se sumó la decisión del Gobierno Provincial de suprimir el «sábado inglés», es decir, la media jornada laboral. En consecuencia, el SMATA (Sindicato de los Obreros de la Industria Automotriz) y el Sindicato de Luz y Fuerza convocaron a un paro activo con movilización para el 29 de mayo. Los estudiantes adhirieron a la medida y decidieron ser parte de la lucha de los trabajadores. En palabras de Carlos Monestes, estudiante y participante de esa gesta histórica “Los vasos comunicantes entre obreros y estudiantes estaban creados y llegaron juntos a unir todo aquello de lo que habían sido despojados. Un comienzo de sueños y dignidad se ha cumplido. El otro sueño, el de los ojos, cae como un manto a cubrir un día de Gloria”
El Cordobazo, fue el comienzo del fin de la autodenominada “Revolución Argentina”, era el fin del Onganiato, la dictadura comenzaba a retroceder.