Desde 1992 se establece el 10 de octubre como el Día Mundial de la Salud Mental. Este año el lema es “Salud mental y trabajo” un tema de suma relevancia dado los múltiples padecimientos que el mercado impulsa y profundiza sobre la clase trabajadora, en torno a desestimar las condiciones de trabajo y los padecimientos psicosociales que estas cimentan.
La intencionalidad de esta fecha es sensibilizar y reflexionar sobre cuestiones esenciales de la salud mental, para que desde allí se puedan instrumentar las acciones de lucha en torno a generar ámbitos de prevención y promoción de la misma.
Todas las personas, pero especialmente niños, niñas, minorías y grupos desplazados deben tener garantizado ese derecho.
El Estado no puede desentenderse. El derecho a la salud en toda su amplitud tiene rango constitucional.
La salud y la educación pública son derechos sociales y humanos inalienables